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Calidad alemana" o "Deutsche Qualität " es una expresión comúnmente utilizada para alabar los méritos de una producción muy sólida, que ha superado la prueba del tiempo y cuya eficacia y potencia son innegables. Hoy en día, es una de las más renombradas del mundo.

Pero, ¿cómo adquirió esta reputación?

Alemania es la cuna de la industria moderna. Sigue estando a la vanguardia, mejorando e innovando. Desde la Primera Revolución Industrial a mediados del siglo XIX hasta nuestros días, Alemania siempre ha sido una nación manufacturera de alto rendimiento y con visión de futuro.

En primer lugar, en el sector del automóvil, con sus numerosas marcas de probada eficacia (BMW, Mercedes, Audi, etc.), que siguen impresionando, Alemania es fuente de innovaciones que se adoptan en todo el mundo.

En la industria del plástico, que nos concierne directamente, Alemania es hoy uno de los mejores del mundo, tanto en calidad como en resultados económicos. Alemania es uno de los mayores mercados europeos de moldeo por inyección. Si bien esto puede explicarse inicialmente por la gran demanda de plásticos en la industria del automóvil, también es una clara señal de la confianza que tienen sus socios en la calidad de su transformación de plásticos. Y eso es exactamente lo que estamos haciendo con la producción de nuestros tarjeteros. Las plantas alemanas de moldeo por inyección compiten ferozmente entre sí, por lo que para destacar sobre las demás tienen que innovar, es decir, producir cumpliendo normas medioambientales muy estrictas.

Desde la creación de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero en 1950, Francia y Alemania no han dejado de estrechar sus lazos, principalmente económicos, para crear una "solidaridad de hecho" entre las naciones (Robert Schuman). Siguiendo esta tradición, EKA ha elegido a sus socios alemanes basándose en normas y criterios de calidad de producción muy estrictos. Las normas Rohs y Reach atestiguan el compromiso ecológico de nuestras inyectoras. Estas normas garantizan que los fabricantes tienen como objetivo limitar el uso de sustancias peligrosas en los equipos eléctricos y electrónicos, y asegurar la fabricación y el uso de sustancias químicas en la industria europea.

Por eso podemos estar orgullosos de nuestra asociación de casi 35 años con Alemania, socio preferente para la fabricación de protectores de tarjetas altamente resistentes, de calidad impecable y diseño innovador.

"El público estadounidense asocia la economía alemana con productos de alta calidad e ingeniería precisa, combinados con políticas estables respaldadas por una democracia ejemplar.

Kris BledowskiDirector de Investigación Económica, Alianza de Fabricantes para la Productividad y la Innovación